Sábado 20/11/10.
3:45 a.m.: Nos reunimos, organización y participantes, en el C.C. San Ignacio. Ahí terminaría la carrera al día siguiente. Entregamos las bicis de montaña, algunas embaladas y otras no, y las cajas con el material de apoyo, muda de ropa y reservas de comida. Un camión las trasladaría al PC1.
Apenas éramos 8 equipos. Es más, en tres de las otras duplas, había competidores que en alguna ocasión fueron mis compañeros de equipo (César, Juan y Rómulo). Mayde era la única chica. Nos preocupaban principalmente dos temas: el clima, el día anterior se había decretado oficialmente "emergencia por lluvia" en el Estado Vargas donde sería gran parte de la ruta de ciclismo; y la inseguridad, pues no toda la carrera iba a ser por el monte. El hecho de no haber entrenado casi la bicicleta ni el kayak, además de no haber participado en carreras de este tipo desde 2006, era casi secundario...por lo menos hasta ese momento. Nos entregan los mapas, números, petos y el pasaporte.
5:30 a.m.: La mayoría dormíamos durante el traslado en autobús hasta la Playa Los Totumos. No soy amante de la salsa, pero para nada me disgustaba Celia Cruz. Lamentablemente, se acabó ese CD y el chófer nos mató a punta de salsa erótica. Me concentré en que no se me quedara pegada en la mente ninguna de esas canciones pues aunque iba a estar muchas horas con mi esposa, lo que vendría nada de erótico tendría.
6:00 a.m.: Llegamos a la playa. Desde el autobús, veíamos que lloviznaba y a lo lejos parecía acercarse una tormenta. La ruta del kayak había sido modificada para que fuera un poco más costera y por aguas más tranquilas. La distancia disminuyó de 12k a 7k.
Sube John Carlo, el organizador de la carrera, nos da unas breves instrucciones y listo. ¡Arrancó la carrera desde adentro del bús! Corrimos hacia los kayaks a pocos metros y los cargamos unos 200 metros hasta la orilla. Como estábamos sentados en la segunda fila del transporte, fuimos unos de los primeros en agarrar piraguas y entrar al mar. Al poco rato estábamos en la segunda posición. Sólo habíamos remado una vez desde llegar de Chamonix, pero la técnica se mantenía y pienso que haber nadado un poco estos meses también ayudó en algo.
Llegamos al retorno y se nos va acercando un equipo. Le digo a Mayde que no se apresure que falta mucha carrera. Es más, nos podemos colocar detrás de ellos y "chupar rueda" un poco. Eso intentamos, pero iban de acá para allá, con las paladas sin sincronización. A veces los veía a mi derecha y a veces a mi izquierda. Así y todo, nos estaban pasando.
No obstante, hay que reconocer que a punta de músculo y determinación esos panas realmente avanzaban. Posiblemente, remaron muchos más metros que el resto o la mayoría de los equipos, pero llegaron pegados del primer equipo al final de esta etapa y en la transición pasaron al primer lugar y nunca lo soltaron. ¡Qué determinación!
7:10 a.m.: Nuestra transición fue un desastre. Habíamos embalado las bicicletas más de lo necesario. Al sacar la mía me di cuenta de que no tenía una de las pastillas de freno; afortunadamente la encontre unos segundos más tarde tirada en el piso. Perdimos 2 puestos tan solo alistándonos, pero finalmente salimos a rodar.
Al poco rato me doy cuenta de que tengo el freno delantero suelto. Como la ruta era plana inicialmente, esperamos llegar al km 14, un cruce importante, y hacer ése y otros ajustes. Hasta ahí íbamos con Juan y Antonio, mejor conocidos como Los Primos.
11:00 a.m.: Nos paramos en un pueblo. Creo que es Todasana; llevamos casi 60 kilómetros. Recargamos hidratación y seguimos. Vamos a buen ritmo pero ando luchando contra los calambres que ya llevaban una hora queriendo hacer su aparición. Un poco más adelante, optamos por comer bien. Mayde no es sólo una gran compañera sino que tiene muy buena mano en la cocina. Para esta prueba preparó varios sandwiches de pan francés con lomo embuchado, queso provolone, tomate seco, especies y aceite de oliva. Excelentes. ¡Desaparecieron los calambres por un buen rato!
12:20 p.m.: El calor está a tope. Luego nos enteraríamos de boca de la misma organización que hacía unos 40º C. Nos toca encarar una sucesión de subidas y bajadas. Desde acá hasta Los Caracas, donde se ubicaba el próximo puesto de control para sellar los pasaportes, fue la parte más fuerte de la bici. Un poco más adelante nos paramos a comer otro "panini aventurero" y preparar más Isostar. ¡Sólo faltan 40k más para dejar la bici!
2:30 p.m.: Hemos ya pasado Anare, Naiguatá y Caraballeda, pero estamos perdidos en Macuto desde hace varios minutos. Las indicaciones de la organización eran que el punto de control estaba en una cancha. Ahora sabemos que el pueblo de Macuto tiene al menos 4 "canchas" y una definición bastante generosa de ese término. Finalmente, nos encontramos con otro equipo que sí conocía la ubicación y nos fuimos con ellos al PC. Ya. Listo. Terminamos la bici. Fueron 125 km (más los 3k que hicimos de más por turistas). Creo que ya tengo una irrefutable respuesta a la folklorica pregunta de "
¿Cómo sabes tú que La Guaira es lejos?"
(Vista del puerto a la derecha y el aeropuerto a la izquierda)
4:00 p.m.: Llevamos apenas unos 3 kilómetros de caminata, pero ya hemos acumulado unos 600 metros de desnivel positivo. El recorrido era ir desde Macuto (10 m.s.n.m.) hasta Boca de Tigre (1.897 m.s.n.m) en El Ávila. La transición, a pesar de haberla discutido previamente, había sido torpe y lenta. Ambos estábamos cansados y había muchas cosas que pensar y recordar. Nos cambiamos de zapatos y medias y agarramos los morrales de trekking con el material obligatorio: carpa y sacos de dormir. La lucha contra los calambres durante el largo tramo de la bici, me dejó los cuádriceps fritos. Me lamentaba un poco porque sabía que, si bien no somos rápidos en el trekking, es lo que más hemos hecho estos últimos años y es la etapa en la que podíamos tal vez, si acaso, adelantar algún puesto. Mayde, sin embargo, iba a muy buen paso y siempre algunos metros adelante de mí.
7:15 p.m.: Conforme subíamos, no sólo se aplacaba el calor y caía la noche, sino que mejorábamos el paso. No obstante, nos alcanzó un equipo, pero estoy seguro que se debe más a mérito de ellos que a otra cosa.
Ahora, hemos llegado a Boca de Tigre, el PC y donde acamparemos para luego seguir mañana con el último tramo de montaña, la prueba especial y la llegada. Siento que a nuestro equipo, por nuestras características y conforme a nuestra experiencia en carreras largas, posiblemente nos convenía más que la carrera fuere non-stop y que hubiéramos seguido de largo, pero sabíamos desde un principio que había esta parada obligatoria. Entonces, quedábamos 5 duplas oficialmente en carrera y 1 fuera del ranking pero con ánimos de seguir. ¡Lo mejor de la acampada fueron las
hallacas que nos brindó la organización a los competidores que restaban!
Domingo 21/11/2010
7:00 a.m.: Todos los equipos acordamos en que sería mejor salir juntos en vez de arrancar por diferencia de tiempos de llegada de anoche. La organización estuvo de acuerdo y así salimos a hacer la última etapa, totalmente pedestre. Pasamos por Galipán y luego por un sendero prácticamente bordeando el Hotel Humboldt y salimos un poco más adelante, donde hay un tanque y comienza el ascenso a Lagunazo.
8:20 a.m.: Pasamos Lagunazo a buen ritmo en líneas generales, aunque Mayde seguía varios metros adelante. Entonces, tomamos la decisión de cambiar morrales para equipararnos mejor. Ayer ella me lo había propuesto durante el trekking, pero me opuse porque no quería correr el riesgo de que ella se reventara también. Hoy sí decidimos probar y, de Lagunazo hasta La Silla, pasando por el Pico Occidental (2.478 m.s.n.m.), ella llevó el morral más pesado y finalmente se nos equiparó el paso. Ni modo, tal como los gringos dicen "There's no *I* in TEAM", me tocó aprender que no hay "M" de "machismo" en la palabra "EQUIPO".
10:00 a.m.: Llegamos a La Silla, donde se encontraba Ram, quien marcó el pasaporte y nos dijo que el otro equipo nos llevaba unos 20 minutos. Ya tenían una ventaja como de 10 minutos del día anterior, así que iba a ser difícil mas no imposible alcanzarlos. Nos lanzamos cuesta abajo. ¡Sólo nos quedaban un descenso de unos 1.000 metros verticales y un par de kilómetros de asfalto para llegar al C.C. San Ignacio (meta)!
10:30 a.m.: Hemos llegado al banquito, pero lo hemos sufrido. Ha estado lloviendo toda la mañana y ya perdimos la cuenta de las veces que nos hemos resbalado. Pero falta poco ya: pasar Sabas Nieves y correr hasta el San Ignacio. Un último gel y a seguir.
11:05 a.m.: Corrimos por el asfalto desde la salida de Sabas Nieves hasta la zona de meta. Nos conseguimos a nuestra gran amiga Melba, quien nos muestra las cervezas que nos esperaban. Atravesamos el centro comercial y vemos al equipo que veníamos persiguiendo (nos sacaron al menos 40 minutos, contando lo de ayer), quiénes ya habían culminado y llegaron terceros en la general. Los saludamos y felicitamos, y abrazamos a Jaime y otros amigos que estaban por ahí. ¡Pero, resulta que la carrera todavía no terminaba!
11:15 a.m.: Estoy sentado en el techo de la torre oeste del C.C. San Ignacio, mirando con algo de preocupación mientras le colocan el arnés a Mayde. A mi chica ni siquiera le gustan las montañas rusas. Para ese momento, yo ya había cruzado con tirolesa desde la torre este. No sé si fue la adrenalina, el miedo o la cerveza que le brindó Melbita, pero Mayde cruzó como una bala. Listo. ¡Terminamos la carrera!
Quiero felicitar a la organización, especialmente a John Carlo, por seguir insistiendo en hacer eventos de aventura. Su equipo en esta ocasión fue fenomenal. La carrera, desde mi punto de vista fue un éxito total, salvo por la poca participación (había 15 cupos y sólo se inscribieron 9 equipos), pero de la organización no tengo absolutamente nada negativo que decir, todo lo contrario. ¡Enhorabuena Team "Retos"!
Felicito a cada uno de los equipos: Green Team, porque desde el inicio salieron a buscar la punta y nunca la soltaron. Nalgene-Hoffman, un par de hermanos y posiblemente el equipo con mejores ánimos durante toda la carrera. Barracuda, tuvieron momentos malos pero supieron recuperarse y ganarse un merecido puesto en el podio. Primos-FACEX PDA, excelente dupla que creo que hasta bebe más cerveza que nosotros; estoy orgulloso de mis panas. Colombo-Alemán, aunque estaban fuera del ranking se disfrutaron la carrera como ningún otro equipo. Tribike Sports, excelente ver a gente del triatlón incursionando en la aventura; espero que se repita y apoyen estos eventos. FACEX-PDA Bike tomaron la sabia pero dura decisión de retirarse pero sé, porque los conozco bien a ambos, que de esta experiencia rescatan muchísimas cosas positivas.
¡Nos vemos en el cerro!
Félix