Lunes: Día de descanso. El tobillo de Mayde está morado e inevitablemente inflamado. Correrá nuevamente cuando se vaya el dolor; son gajes del oficio, pero ya deberíamos tener una buena base para iniciar la siguiente fase del plan. Estamos tratando de seguir, por irónico que suene, con buen pie.
Martes: 7 x 400 m con 1 minuto de recuperación. Conforme pasan las repeticiones, el minuto de descanso se hace cada vez más corto y los 400 metros de esfuerzo se tornan cada vez más largos. ¿O son ideas mías? Menos mal que programo toda la sesión en el Garmin, al cual no le importa en lo más mínimo mi sufrimiento ni mi estado psíquico. El pitico es tanto una bendición (intervalos de recuperación) como un castigo (pip, pip, piiiiiiiiip...y fuera). Luego, a las pesas. Todo duele y el Reggeatón a todo volumen en el gym no ayuda. Entre el perreo, el zandungüeo y el flow, hago una y otra repetición pero no paro de pensar en el desayuno.
Miércoles: Hice una ruta distinta en el Parque del Este. La idea era hacer algunas subidas y conseguí un trayecto en el que pude hacer 6 cuestas (todo aquello más alto que un par de escalones convenientemente lo denominé "cuesta") por vuelta de 4,5 kilómetros. Una nueva variante. El asunto es más o menos así: Arranco desde donde se reune el Team Bisturí, paso por donde corren los Tri-tanic ("I'm the king of the world!"), luego sigo por donde están los Happy Yuppies. Llego a la parte norte y saludo al equipo Orbitrek para luego pasar por el campo de las Gazelas. Sin ánimos de ofender a nadie y que conste que la gran mayoría de esa gente corre mejor que yo, pero ¿quién no le pone apodos a los que uno habitualmente ve corriendo por las rutas de siempre? Ni me quiero imaginar el sobrenombre que alguien me pudiera poner a mí. Ya por ahí me tienen varios los compañeros de entrenamiento.
Jueves: Mayde se pone la férula en el tobillo y se viene al parque conmigo. Corrió 5 km sin mayores molestias. Por mi parte, me salían 5 x 100 con 15" de recuperación para ir soltando piernas y luego 6 x 45" en subida con 1:30 de recuperación. Quedé frito. Con Mayde, un poco más tarde y como pude, hice el circuito de fortalecimiento en el gym. Hay que seguir creyendo que todo suma y todo ayuda. Lo bueno es que pensar en los 166 km que nos tocan en agosto elimina inmediatamente cualquier flojera o titubeo.
Viernes: Anoche llovió un poco, finalmente. El día amaneció espectacularmente despejado y, en vez de descansar como rutinariamente hago los viernes, me salió un entrenamiento nocturno con Melba y Lago. La ruta es fenomenal. Son apenas 6 kilómetros pero se ganan unos 1.200 metros de desnivel positivo y se entrena con la frontal. Me lo tomé con calma y la bella y la bestia me sacaron varios minutos. El descenso fue en funicular. Los temas de conversación, gracias en gran parte al cansancio, fueron de muy alto nivel. Por ejemplo, caminar - caminando, correr - corriendo, funicular - ???.
Sábado: Mayde, Lago y yo salimos a correr. Una tranquila pero muy buena sesión para acumular kilómetros y hacer fondito. Nos salieron 20 km con unos 1000 metros de desnivel positivo y otros tantos negativos. Las molestias de mi runner favorita parecen estar desapareciendo. Ya de regreso en el carro, vemos al amigo Luis Pinto, corriendo a ritmo constante en subida y disfrutando--seguramente a todo volumen--de una buena música. Le hacemos señas, tocamos corneta y pegamos gritos, pero el pana va inspirado.
Domingo: Un tercer día seguido en El Ávila. ¡Excelente! Se nos une en esta ocasión, aparte de Lago nuevamente, el amigo Gersi. Hacemos una ruta fenomenal, otra vez unos 20km, pero con casi el doble del desnivel acumulado que en la salida del día anterior.
Mayde preventivamente toma el teleférico de bajada y los muchachos nos lanzamos para abajo. Hicimos la ruta que yo, por ocasionalmente tener la imaginación de un adolescente, bauticé El Sostén (vér gráfica).
Fue una buena semana de entrenamiento. Desde enero hemos estado tratando de buscar consistencia. Ahora, mientras Mayde se va librando de las lesiones y vamos ganando condiciones, aumentan los kilómetros y los desniveles.
Félix
Jueves: Mayde se pone la férula en el tobillo y se viene al parque conmigo. Corrió 5 km sin mayores molestias. Por mi parte, me salían 5 x 100 con 15" de recuperación para ir soltando piernas y luego 6 x 45" en subida con 1:30 de recuperación. Quedé frito. Con Mayde, un poco más tarde y como pude, hice el circuito de fortalecimiento en el gym. Hay que seguir creyendo que todo suma y todo ayuda. Lo bueno es que pensar en los 166 km que nos tocan en agosto elimina inmediatamente cualquier flojera o titubeo.
Viernes: Anoche llovió un poco, finalmente. El día amaneció espectacularmente despejado y, en vez de descansar como rutinariamente hago los viernes, me salió un entrenamiento nocturno con Melba y Lago. La ruta es fenomenal. Son apenas 6 kilómetros pero se ganan unos 1.200 metros de desnivel positivo y se entrena con la frontal. Me lo tomé con calma y la bella y la bestia me sacaron varios minutos. El descenso fue en funicular. Los temas de conversación, gracias en gran parte al cansancio, fueron de muy alto nivel. Por ejemplo, caminar - caminando, correr - corriendo, funicular - ???.
Sábado: Mayde, Lago y yo salimos a correr. Una tranquila pero muy buena sesión para acumular kilómetros y hacer fondito. Nos salieron 20 km con unos 1000 metros de desnivel positivo y otros tantos negativos. Las molestias de mi runner favorita parecen estar desapareciendo. Ya de regreso en el carro, vemos al amigo Luis Pinto, corriendo a ritmo constante en subida y disfrutando--seguramente a todo volumen--de una buena música. Le hacemos señas, tocamos corneta y pegamos gritos, pero el pana va inspirado.
Domingo: Un tercer día seguido en El Ávila. ¡Excelente! Se nos une en esta ocasión, aparte de Lago nuevamente, el amigo Gersi. Hacemos una ruta fenomenal, otra vez unos 20km, pero con casi el doble del desnivel acumulado que en la salida del día anterior.
(Se van para el Gran Trail de Peñalara, 110 km, en las afueras de Madrid en julio)
Mayde preventivamente toma el teleférico de bajada y los muchachos nos lanzamos para abajo. Hicimos la ruta que yo, por ocasionalmente tener la imaginación de un adolescente, bauticé El Sostén (vér gráfica).
Fue una buena semana de entrenamiento. Desde enero hemos estado tratando de buscar consistencia. Ahora, mientras Mayde se va librando de las lesiones y vamos ganando condiciones, aumentan los kilómetros y los desniveles.
Félix
4 comentarios:
Excelente recorrido pana, se cambia la rutina de entrenar solo y ademas un novato como yo aprende de dos experimentados Ultratraileros como lo son ustedes, faltan solo 103 dias para el GTP y las ganas de de encarar esta aventura no estan excentas de un toque de miedo.¿Sera que es algo normal?
¡Allez, Allez!
Bon courage
Oye Félix disculpa no haber respondido al saludo, pero tienes razón: tenía los audífonos a full volumen y seguro estaba escuchando "A nightmare to remember", el primer largo track (16 min.),del último album de Dream Theater, Black clouds & Silver Linings. Para ir entrando en calor antes del concierto del Miércoles. Saludos
Félix hace años me funciono muy bien, hervir un capullo de mata de mango con mucha sal...dile a Mayde que lo intente...y luego que coloque el pies en esa agua caliente...mi deseo para que se recupere pronto..un abrt}azo.
Gersi,
Cuando quieras, te vienes nuevamente. Lo del miedo yo lo veo, en mi caso, como un gran factor de motivación. Y gracias por lo de experimentados. ¡Apenas van dos carreritas largas que hemos hecho!
Luís,
¡Qué disfrutes el concierto! DT son unos monstruos.
Ramón,
Buena recomendación. Se la haré llegar a Mayde. Gracias.
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