sábado, 24 de julio de 2010

Ultrero...Mangia (e bere) che ti fa bene!

Aunque posiblemente nunca haya participado en carrera alguna, la Nonna no puede estar equivocada con esa célebre frase.

Dos de los aspectos claves, aparte de un buen entrenamiento, para el rendimiento en un ultramaratón son la nutrición y la hidratación. Como he comentado antes, en los ultras todo es un experimento unipersonal y lo que funciona para uno pudiera estar contraindicado para el otro o vice versa.


En una entrada pasada comenté que los amigos de la página web www.soymaratonista.com me invitaron hace ya un tiempo a elaborar un plan de entrenamiento para ultramaratones. Yo gustosa y osadamente (como sabemos, no soy de los más rápidos ni mejores corredores) acepté la propuesta. Como hay carreras con características tan distintas, en aquella oportunidad preparé un plan basado en mi limitada experiencia y destinado a que fuera moldeado por cada quien que deseare adoptarlo. Es decir, es un plan genérico y totalmente ajustable a las necesidades, habilidades y expectativas del usuario.

En la página donde aparece el plan algunos lectores han hecho comentarios y preguntas que gustosamente he contestado, dentro de mis capacidades. De una de esas conversaciones surgió la idea para esta entrada en el blog.

Un corredor de nombre José Figarella me pregunta sobre cómo evitar la deshidratación en una carrera larga y, bueno, le respondo con mis recomendaciones, las cuales me parecieron que pudieran ser útiles para alguno que se pasee por esta página y en vista de algunos problemas gástricos y casos de deshidratación que hubo en la UltraRace Idaca. A continuación, el intercambio entre José F. y yo:

Publicado el 22 Julio 2010 a las 4:49 pm

JOSE FIGARELLA escribió :

HOLA FELIX, SOY JOSÉ FIGARELLA, QUIERO COMENTARTE QUE EN LA CARRERA DE MONTAÑA ULTRA RACE IDACA 2010, 33 KILOMETROS. LLEGUE EN EL PUESTO 34 DE LA GENERAL Y EN EL PUESTO 5 DE MI CATEGORIA ( MASTER A ) CON UN TIEMPO DE 5 HORAS 19 MINUTOS. ESTA HA SIDO LA PRUEBA MAS DURA EN LA QUE HE PARTICIPADO, PERO LA DISFRUTE MUCHO!!!! POR LO MENOS PARA MI ESA ERA LA IDEA.


ME QUEDE SIN ELECTROLITOS Y EL GRUPO DE RESCATE ME SUMINISTRO 2 BOTELLAS DE SUERO, AUNQUE TOME MUCHA AGUA Y GATORADE. CUAL SERIA TU CONSEJO PARA EVITAR ESTO A FUTURO?

UNA VEZ MAS, MUCHAS GRACIAS
JOSÉ G. FIGARELLA M


Publicado el 24 Julio 2010 a las 12:14 pm

Félix escribió :

José,


Primero, te felicito por tu carrera. Es una ruta verdaderamente difícil y las condiciones climatológicas son realmente duras. Por mi parte, participé junto con mi esposa en la versión de 60 kilómetros y te cuento que no fue nada fácil.


En este tipo de pruebas, la hidratación y la alimentación durante la carrera son claves. No sé cuánto consideres bastante agua y Gatorade, pero sí te puedo hablar de mi experiencia y cómo manejé este tema en la versión larga de ese evento:


Alimentos y sal:
Cada 0:30 minutos de cada hora, una gomita de electrolitos (marca Cliff) y una pastilla de sal (marca Endurolytes) o alguna chuchería salada (pretzels).
Cada 0:00 minutos de cada hora, un gel o barra energética (distintas marcas).


Bebidas:
Cada 0:10 y 0:40 minutos de cada hora, bebida isotónica (Isostar en polvo o efervescente y Powerade).
Cada 0:20, 0:30, 0:50 y 0:00 minutos de cada hora, agua (doble sorbo).


Es mejor ir consumiendo poco a poco que de un solo golpe. Este protocolo pudiera parecer un tanto exagerado, pero si se ha entrenado de esta forma y se está acostumbrado a este tipo de consumo durante los entrenamientos largos, el cuerpo tiende a asimilarlo.


El asunto es que el requerimiento calórico de cada quien varía. Sé que hubo gente que consumió mucho menos y otros que ingirieron más. Tendrías que probar qué funciona para ti. Espero que esta información te sea útil.


Félix


En resumen, hay que comer y beber lo suficiente para rendir a las capacidades de cada quien en las carreras largas. Uno siempre va a quemar más reservas energéticas de las que pueda reponer, pero hay que tratar de mantener ese déficit lo más controlado posible. En una entrevista que escuché recientemente decían que tan sólo la pérdida de 1% de peso corporal representa aproximadamente 10% de pérdida en el rendimiento en carrera. Acá en Venezuela, es difícil conseguir algunos productos específicos y los atletas se ven obligados a improvisar. Lo importante, en este sentido, es que se evite probar cosas nuevas el día del evento.




Si tu meta es ganar un ultramaratón o simplemente terminarlo, va a ser difícil hacerlo con el estómago vacío y tus reservas energéticas en cero. Es importante que en los entrenamientos aprendas lo que tolera tu cuerpo y cuáles son tus necesidades. También es bueno tener variedad para no aburrirse de lo mismo durante el curso del evento.


Una buena estrategia nutricional para la carrera te permitirá sacarle provecho a todas esas largas horas que sufriste en la preparación física para la prueba y, junto con un paso bien administrado, te permitirá mantener los niveles de energía estables y evitar o demorar la visita del Hombre del Mazo. Cuando finalmente cruces la meta imagínate que, donde quiera que esté, la Nonna se sentirá contenta.


¡Con la caleta en el morral!


Félix

domingo, 18 de julio de 2010

UltraRace 60 km, Chichiriviche de la Costa

A duras penas le ganamos a la lluvia. De hecho, en una parte del estrecho camino que va desde el Club Oricao hasta Chichiriviche de la Costa, Estado Vargas, se deslizaban unas piedras cerro abajo, primero hacia la vía y luego hacia el acantilado. No era un derrumbe como tal, pero sí parecía el inicio de uno. Frené el carro y vimos como cada vez bajaban piedras más grandes. En una pequeña pausa, no quedó otra que pisar el acelerador y salír de ahí con marcha hacia adelante porque retroceder era excesivamente impráctico y peligroso.


(Chichiriviche de la Costa en condiciones más benévolas.)

Continuaba el gran chaparrón. Afortunadamente, eran pocos los kilómetros que faltaban para llegar a nuestro destino. Eran como las 5 p.m. del viernes y muy probablemente fuimos el único carro no todo terreno que pasara por la vía hasta las 2 a.m. del día siguiente. Hasta esa hora tuvieron que esperar, desde el grueso de los participantes hasta algunos miembros de la organización, la limpieza y habilitación de la carretera.

Pero la aventura seguiría en pie y, a pesar de todos los inconvenientes, la carrera apenas se retrasaba una horita. Es más, el sol de la costa, que generalmente es inclemente desde que se asoma hasta que se esconde, parecía estar descansando detrás de las pocas nubes que quedaron sin vaciarse durante el palo de agua de la noche anterior.



En la salida fue un gusto reencontrarnos con compañeros de aventuras. Siento que éstas eran en gran parte las personas que debían estar ahí en ese momento. Unas fotos por aquí y otras por allá y, cuando nos venimos a dar cuenta, comienza a sonar la música de Vangelis. Mi primera reacción fue pensar que la estaba escuchando unos 40 días antes de tiempo.



A pocos metros de la salida estaba el primer río y no faltaron las distintas estrategias. Unos se quitaron los zapatos y cruzaron descalzos, otros se cubrieron los pies con bolsas y muchos simplemente lo atravesaron sin detenerse. Los de la carrera de 30km cruzarían ríos en cuatro oportunidades y los de 60km en ocho.



Eran unos 139 participantes. Los de las franelas blancas, unos 100 corredores, encararían 30 duros kilómetros mientras que los 39 restantes marcarían un precedente: participarían en el primer ultramaratón de Venezuela.


Chichiriviche de la Costa vive principalmente de la pesca y del turismo, pero una cosa sí está clara; siempre se encuentra de fiesta. Esta ocasión no fue distinta, a pesar de que muchos de los lugareños no entendían lo que estábamos haciendo ni mucho menos las razones o la "lógica" de cada uno de esos 139 locos o valientes. Hubo muestras de apoyo, pero principalmente expresaban curiosidad.



Luego de cruzar el primer río comienza lo bueno. A pesar de que el catire estaba un poco escondido, como mencioné antes, la humedad y el calor estaban a tope. El plan que previamente nos trazamos Mayde y yo era tomar la carrera como un simulacro de lo que será para nosotros nuestra meta en la UTMB del próximo mes, a pesar de la diferencia en las condiciones climatológicas y topográficas. Probaríamos algo del material, la comida, la bebida que usaremos en Chamonix y hasta el modus operandi para los avituallamientos.


Así que entre sube y baja, tierra y concreto, costa y montaña, llegamos a Puerto Cruz. En este punto se devolverían los de la carrera de 30km mientras que los otros seguirían hacia Puerto Maya y este mismo sitio representaría para ellos aproximadamente el kilómetro 45 durante el regreso.



Desde este lugar en adelante, el asunto se puso solitario. Seguimos avanzando y el calor aumentando. Como a eso de las 11:30 reviso el termómetro del reloj y me indica 40º C. Se había hecho esperar, pero cuando salió plenamente, el sol vino con todo. Hasta ese momento, Mayde venía muy bien, pero yo me sentía un poco forzado y ni siquiera habíamos llegado al punto medio. Le pedí que bajáramos un poco el paso durante esas horas de calor más intenso para poder intentar llegar con algo de fuerzas hacía el final de la carrera.


Arribamos a la mitad de la ruta, el punto donde daríamos media vuelta y nos regresaríamos por donde veníamos. Ahí había varios corredores que aparentemente habían tomado la determinación de retirarse. Yo llegué algo descompensado y, al verlos, se me bajaron los ánimos aún más. No obstante, estaba en ese puesto de control nuestra amiga Nayra y nos motivó bastante además de consentirnos un poco.

Como teníamos previsto, nos demoramos exactamente 10 minutos y salimos a cubrir la segunda parte de la prueba. A pesar de ese descansito y de haber comido y bebido abundantemente, yo no terminaba de recuperarme. Al terminar la primera subida, corrí el siguiente descenso a un paso bastante lento, aún para mí. Estaba al borde de los calambres. En estas carreras, he tenido bajones muy serios seguidos por altos incomprensibles. Así que apreté los dientes y me emparejé con Mayde hasta que más o menos resucitara. Como cuando iba en carro, o aceleraba o esperaba que cayera el derrumbe.

Conforme bajaba el calor, me iba recuperando. Será que por mi contextura de gordito sufro bastante cuando el termómetro está por lo alto. No siempre ha sido así, pero algo similar me pasó subiendo el Gran Col de Ferret durante la CCC del año pasado.

Lamentablemente, Mayde y yo no compaginábamos las pálidas. Yo mejoraba pero era ahora ella quien se sentía mal. Aunque seguíamos avanzando, el ritmo ya no era el mismo. En estas carreras nos ha pasado que el uno o el otro ha tenido momentos malos, es normal, pero después han habido ratos en que los dos hemos estado bien. En esta ocasión, rara vez estuvimos ambos sincronizados.

Ya faltando 15 kilómetros, llegamos al puesto de control de Puerto Cruz nuevamente. Preguntamos por la chica que iba de tercera y nos dijeron que le llevaba más de una hora a Mayde. También vimos a Guillermo Salas, un experimentado montañista, quien se había sentido mal y llevaba por lo menos 30 minutos en ese punto, creo que con ánimos de abandonar.


(Foto de Nairaly González)

Lo invitamos a que se viniera. Como nosotros veníamos a un ritmo consistente aunque un tanto lento y él es normalmente fuerte en subida, el asunto resultó positivo. A veces nos separábamos y a veces nos uníamos, pero lo cierto es que cruzamos la meta juntos y Guillermo tuvo el bonito gesto de dejar a Mayde pasar unos metros por delante de nosotros creo que en el cuarto puesto entre las damas.


Por nuestra parte, es la última carrera que hacemos en nuestra preparación para la UTMB. Dependiendo de cómo vaya la recuperación, planificaremos un par de largos más para cerrar este ciclo y comenzar el taper.



En total, terminarían 25 corredores y serían los "Finishers" del primer ultramaratón celebrado en nuestro país. Según el Garmin fueron 59,84 kilómetros con 3.012 metros de desnivel positivo y 3.002 de desnivel negativo. Desde acá felicito a todos los que participaron, desde Deisis Zarramera y José Miguel Zamora, los grandes vencedores de esta prueba, hasta los que dieron lo mejor de sí pero no pudieron terminarla.

Con esta carrera, altamente exitosa desde mi punto de vista, nace la historia de los ultramaratones en nuestro país (si estoy equivocado, por favor alguien que lo aclare) y aumenta el número de corredores venezolanos que han logrado terminar este tipo de aventura.

¡Esperamos con ansias conocer los próximos capítulos!

Félix

lunes, 12 de julio de 2010

Soberbiamente humilde

No sé si divague un poco. En todo caso, no sería la primera vez y dudo seriamente que sea la última. Tampoco creo que sea el más apto para escribir líneas que aporten a la reflexión ni que brinden un enriquecimiento intelectual ni mucho menos espiritual. Aunque no sé a ciencia cierta la función de este blog, si es que hubiere una concreta, definitivamente sé lo que este blog no es.

Es más, estoy segurísimo de que soy y reiteradas veces he sido culpable de actos o actitudes similares a las que tanto desagrado me trajeron en estos días. Al fin y al cabo, el simple hecho de tener un blog sobre "mí" (o hasta estar afiliado a redes sociales como Facebook) ya asoma la posibilidad de que me pudiera gustar llamar la atención o que de alguna forma estuviera buscando algún tipo de aprobación o algo por el estilo.

Es posible que aquel que siempre critique sea el menos humilde de todos, casi tan falto de humildad como aquel que abiertamente se catalogue a sí mismo como humilde. Hay que ser algo soberbio para pensar que el punto de vista propio es el mejor. Pienso que el que tilda en exceso tiene también que continuamente someterse a serias autoevaluaciones.

En fin, no sé si concretamente el tema del que esté hablando sea la humildad o la falta de ella. Por curiosidad, y motivado por actitudes que observé hace poco, me puse a leer un poco acerca del tema aunque la mayoría de las lecturas me conducían hacia lo religioso y, como escribí en alguna ocasión, me apego al cliché aquel de que "juro por dios que soy ateo"; así que lo dejé hasta ahí.

Tuve la oportunidad, como amigo y con las mejores intenciones, de recomendarle a aquella persona cuyos actos me parecieron tan poco humildes que, bueno, bajara el tono un poco y que si tenía la posibilidad de ver las cosas desde otra perspectiva (no necesariamente la mía), pues, que lo hiciera. Sin embargo, no pude evitar sentirme terriblemente soberbio al hacerlo.

En este sentido y volviendo a la temática del blog, porque ya está fuerte de filosofía barata y divagaciones, estoy seguro que este fin de semana que viene si todavía me siento soberbio, falto de humildad o cualquier vaina parecida, habrá algo que me ponga en totalmente en mi lugar: ¡La primera edición de la UltraRace en Chichiriviche de la Costa!


A continuación, les dejo el vínculo con la información de esta carrera y de lo que posiblemente será el primer ultramaratón (sólo versión de 60km) en Venezuela:


Mayde y yo estaremos allá apoyando el evento de la mejor forma que podemos hacerlo: participando. Para nosotros será un entrenamiento largo en el que buscaremos completar el recorrido de forma consistente pero sin recaer o agravar lesiones y sin quedar tan exhaustos que tengamos que descansar las semanas posteriores al evento. Como he dicho antes, nuestra verdadera meta es seguir entrenando fuerte para UTMB en las pocas semanas que nos quedan para la gran cita.

Si, luego de visitar el vínculo, surge alguna pregunta, aquí dejo la info de contacto del organizador: Asociación Civil Eco Venezuela Xtrema. Director Técnico: Pedro Rodeiro L. Cel. 0416-6057170 Email: ecovenezuelaxtrema@gmail.com

¡Nos vemos en la Costa!

Félix

lunes, 5 de julio de 2010

Venezolanos en el Gran Trail de Peñalara, España (Resultados)

Terminó esta dura prueba y ya aparecieron algunas fotos y los resultados oficiales de esta carrera de 110 kilometros de distancia con un desnivel positivo de 5.100 metros.

En este link están los parciales y se podrá consultar tanto los finishers como los abandonos, al igual que los pasos por los respectivos puntos de control:


En cuanto a los nuestros, a manera de resumen, aquí coloco los puestos en la general y sus tiempos.

- Yanis Povea, puesto 68, tiempo 21:22
- Gersi Tarazona, puesto 120, tiempo 23:45
- Lago Baroni, puesto 160, tiempo 24:56

También participaron Ramón Blanco, Armando Cisneros y Alberto Solano y su desempeño se puede consultar en el vínculo de arriba. Sé que hubo al menos otro venezolano más pero desconozco su nombre. También le mando un "Enhorabuena" al amigo bloguero Mayayo, cuyo blog aparece en la columna a la derecha, por agregar un ultramaratón más a su impresionante lista de carreras terminadas.

¡En todo caso, quisiera felicitarlos a todos por asumir este reto! Esperamos oir y leer sus cuentos de batalla. Sigue creciendo la participación de venezolanos en ultramaratones en el exterior, cosa que me contenta muchísimo.

Lago Baroni


Por nuestra parte, con tanta motivación por las noticias de los nuestros en el GTP, este fin de semana largo salieron unos 56 kilómetros y casi 4.000 metros de desnivel positivo en unas 11 horas durante dos salidas en El Ávila. Seguiremos acumulando kilómetros y horas sobre los pies para seguir el ejemplo de los amigos que corrieron este fin de semana en España.

En cuanto a mi fascitis plantar, la lucha continúa. El jueves me hice la quinta sesión de ondas de choque y la doctora me recomendó adicionalmente unas plantillas acordes a mi tipo de pie para darle mayor soporte al arco. Llevo meses sin poder correr sin dolor alguno. Tengo programada otra cita para una última sesión de ondas de choque antes de partir para Chamonix; espero no necesitarla.

Finalmente, para los interesados en correr un ultramaratón en nuestro país, les recuerdo que ya están disponibles las inscripciones para la UltraRace de 60 kilómetros, primer ultramaratón (hasta donde yo sepa) en nuestro país que se celebrará el 17 de julio en Chichiriviche de La Costa. Visiten la página www.monitorcardiaco.com.ve para inscripciones y demás información.

¡A seguir corriendo!

Félix

sábado, 3 de julio de 2010

Tres salidas en Mérida

A estas horas, he buscado información actualizada sobre el Gran Trail de Peñalara en el que participan varios venezolanos pero no he tenido suerte. En uno de los foros digitales españoles cuentan que al inicio ha llovido bastante y ha habido algo de niebla pero que después ha salido el sol. También, indican que el ganador aparentemente culminó el recorrido en 13 horas 26 minutos. Esperamos pronto tener noticias de los ultreros venezolanos.


(Vista del Pico Bolívar al amanecer. A casi 5.000 metros sobre el nivel del mar es el punto más alto de Venezuela.)

El fin de semana pasado aprovechamos para salir de la capital y hacer algunos entrenamientos en Mérida. Me fuí con bastantes dudas porque, a pesar de venir de mi semana de descanso, la fascitis plantar se había intensificado y no sabía si iba a poder cumplir con los entrenamientos pautados. Finalmente, no hubo mayores contratiempos e hicimos las tres salidas previstas en Los Andes venezolanos.

Día 1. Mifafí - El Domo.


Fue una salida corta para aclimatizarnos. Veníamos de estar en la carretera unas 10 horas y justo nos quedaban pocas horas de luz natural. Así que optamos cambiarnos ahí mismo en el páramo y arrancar a caminar antes de bajar a Mérida. La salida fue desde el Valle del Condor a unos 3.650 m.s.n.m. y llegamos hasta el "Domo" que se puede apreciar en la foto abajo. El punto más alto de este recorrido está a 4.070 m.s.n.m., es decir, que el dolorcito de cabeza que todos teníamos no era mera casualidad.


El recorrido no tiene mayor desnivel, pero fue bastante lo que la altura nos obligó a caminar. Finalmente, nos salieron unos 12 kilómetros ida y vuelta en este precioso e imponente valle.

Día 2. La Culata - Pan de Azúcar

Éste era el plato fuerte del viaje para Mayde y para mí. Hicimos este mismo recorrido el año pasado, justo antes de ir a la Transgrancanaria Sur-Norte y es uno de los sitios más vistosos de esta zona. Sin embargo, en esta oportunidad las condiciones climatológicas fueron bastante distintas a las de la vez pasada.

La ruta va desde el punto en el que culmina la carretera del Páramo de La Culata hasta la base del Pan de Azúcar. A sus casi 4.700 m.s.n.m. es el noveno pico más alto del país, pero también es uno de los más accesibles ya que el camino no presenta mayor dificultad, aparte de la altura. En 2005 hice esta ruta por primera vez, pero en varios días y con acampada incluída. Una de sus variantes sale por el otro lado del Páramo de La Culata, en la localidad de La Toma, y hasta se puede empatar con el Valle de Mifafí. Nosotros optamos por hacer la ruta ida y vuelta.

Dejamos el carro en la entrada del recorrido y arrancamos bajo una constante llovizna. El altimetro indicaba unos 2.990 m.s.n.m. Tal como la última vez, un perro curioso decidió acompañarnos. El dolor de cabeza constante, sin previa invitación, también nos siguió todo el trayecto.


(El sol salía, pero muy ocasionalmente.)

Al inicio el camino zigzaguea hasta llegar a una pequeña fila, siempre con el río a mano izquierda. Se pasa por un valle bien amplio, lleno de frailejones. Luego, se baja al río y se cruza. De las cuatro veces que he hecho esta ruta, ésta ha sido la vez en que más crecidos han estado los ríos. Dimos vueltas un rato, tratando de ubicar la parte más baja o donde la corriente fuera menos fuerte. No nos quedó otra que meternos hasta las rodillas en el fuerte y terriblemente frío caudal. Se pasa por otro espectacular valle y el denominado Refugio del Muerto, que da origen a los numerosos cuentos sobre los Comegatos, hasta llegar a la Cascada del Duende.

Ahí nos paramos unos minutos para comer. En los entrenamientos largos, estamos tratando de limitar la duración de las paradas para simular nuestro paso por los avituallamientos el día de la carrera. En la UTMB es sumamente fácil perder tiempo en los puntos, ya sea porque uno requiera descansar o por el volumen de gente en el sitio y lo grandes que suelen ser los puestos de control.

El perro seguía fiel a nuestro lado. Nos paramos en una gran roca, al lado de un grupo de vacas y un toro poco simpático. Normalmente, les pasamos por un costado y sentimos que andamos prácticamente desapercibidos. No sé si en este caso el perro hizo que llamaramos más la atención, pero en un momento el toro comenzó a caminar directamente hacia nosotros. No conozco el comportamiento típico de los toros, pero tomamos refugio preventivamente. Afortunadamente, había una gran piedra y nos escondimos detrás de ella. El diminuto perro comenzó a ladrar y el toro, que probablemente sólo estaba un poco curioso, nos dejó en paz.


Comenzaba a llover nuevamente y no se veía claramente la fuerte subida a la base del Pan de Azúcar. El camino hasta la base, no obstante, es bastante franco así que decidimos subir. Una vez arriba, era muy poca la visibilidad.


(Base del Pan de Azúcar)

De hecho, una vez en la base, ni siquiera se veía el pico. Lo único que se podía apreciar eran unas carpas, cuyos habitantes me da la impresión que tenían mucho frío para salir. El inicio del ascenso al pico como tal no tiene un camino claro y delimitado. Como nuestra meta no era una de montañismo sino entrenar para un ultramaratón, optamos por obviar la subida al pico, devolvernos y seguir corriendo y andando a buen paso. El clima siguió empeorando, pero como ya íbamos principalmente de bajada, nos ahorramos más de una hora en el retorno.


Ya casi al final, cuando veníamos corriendo a buen ritmo por terreno poco técnico, nos topamos con otro toro. Esta vez el asunto fue más intenso todavía que en el primer encuentro. Se nos quedó viendo fijamente, se levantó e inicialmente se colocó de forma lateral para luego encararnos. Inmediatamente, bajó la cabeza, como mostrándonos los cachos. Lo que sucedió después fue como algo surrealista. El toro comenzó a mover una de sus patas hacia adelante y hacia atrás (¡yo juraba que eso sólo pasaba en las comiquitas!) y se podía apreciar que al jodedor este, como se diría en criollo y porque el contexto así lo requiere, se "le paró el machete". Como dije antes, desconozco el comportamiento usual de los toros, pero Mayde y yo agarramos monte arriba sin titubear y seguimos alejándonos lo más posible. No sé si todo lo anterior fue producto de una imaginación afectada tanto por la altura como por el cansancio, pero definitivamente...¡Fue el momento en que las pulsaciones llegaron a su punto más alto!


Nos salieron 23,6 kilómetros en total y estuvimos a alturas entre los 2.900 y 4.100 metros sobre el nivel del mar. ¡No pudimos hacer cumbre pero nos salvamos de dos embestidas!

Día 3. San Rafael de Mucuchíes. Ruta de la SkyRace.

Desde un inicio se tenía previsto hacer este día como paseo. Y la razón era totalmente válida: ¡Mayde estaba de cumpleaños!

Salimos con buen clima. Mi temor era que se nublara y me perdiera en la segunda parte de la ruta como sucedió cuando fuí con el amigo Gersi en mayo.

La ruta asciende por detrás de la iglesia, pasando el cementerio y doblando a la izquierda por un camino de concreto. Se sube un buen rato hasta que termina el concreto y se llega a un valle.

El primer cruce de río estaba bien alto. En mayo cuando fuí a hacer la ruta y la SkyRace, los corredores pasábamos por un costado o sobre las piedras. En esta oportunidad, el río estaba tan crecido que tuvimos que desviarnos y pasar por un improvisado puente. Más adelente, para cruzar el segundo río, nos encaramamos sobre unos troncos.

Luego del valle, comienza la parte más fuerte de la ruta. El ascenso hacia la ventana, ubicada a 4.070 m.s.n.m. Arriba, descansamos un poco y nos comimos alguito. Subimos a un ritmo cómodo, disfrutando del camino, a sabiendas de que iba a ser la última salida de este viaje.


Pasamos la Laguna de Michurao y las otras tres que le siguen. No hubo mayores complicaciones en esta oportunidad para ubicar el camino de regreso a San Rafael. En fin, nos salieron casi 17 kilómetros en prácticamente 5 horas.


En la noche, logramos distraer un poco a la cumpleañera e hicimos una pequeña fiesta sorpresa para celebrar sus 15 años.


Entre las tres salidas, sumamos unos 54 kilómetros con unos 3.000 metros de desnivel positivo y más de 12 horas a pie. No son números impresionantes pero logramos salir de la rutina de Caracas y celebrar el cumple de Mayde de una manera distinta.

Afortunadamente, la fascitis no molestó más de lo usual y a los pocos días de regresar tuve mi quinta sesión de ondas de choque, que a estas alturas duele más en el bolsillo que en el pie. Por otro lado, Mayde se está sintiendo bien y aparentemente estamos asimilando poco a poco los entrenamientos y recuperándonos mejor de las salidas largas.

Ahora, vamos de vuelta a nuestro Ávila para aprovechar las pocas semanas de preparación que nos quedan para la UTMB.

¡Nos vemos en el cerro!

Félix