lunes, 27 de abril de 2009

The Night People IV

Retomamos las salidas nocturnas al cerro aunque el elenco fue distinto en esta ocasión.
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Mayde nos acompañó sólo en espíritu en esta oportunidad ya que se le olvidaron los zapatos de montaña o, mejor dicho, se me olvidó traérselos. De todas formas, era mejor que siguiera descansando el tobillo para estar a tono para el entrenamiento del fin de semana. Por lo menos ése fue mi intento de hacerle creer que había algo positivo en el asunto y librarme de toda responsabilidad. Dudo que mi estrategia funcionara.



Subimos al Hotel Humboldt nuevamente. Son unos siete kilómetros aproximadamente en los que se ganan unos 1.200 metros de desnivel positivo.



(Descripción de la ruta: Después del repecho, viene una cuesta, luego pasas por una subida y comienzas a ganar elevación, seguida por una parte donde aumenta el desnivel positivo, luego una pendiente, para continuar escalando y, finalmente, ascender un poco más).

Allá arriba nos conseguimos a un erizado amigo que se sorprendió tanto como nosotros de nuestro encuentro. The Night People, de forma flagrante, subíamos al cerro y el amigo puerco espín, pillado in fraganti, intentaba entrar a los ya clausurados puestos de comida.



Entre los montañistas dicen que la "cumbre es la mitad del camino" aludiéndo a los peligros de los descensos. Muchos suelen agotar sus energías y raciones en la subida y se olvidan de que todavía falta camino por recorrer y que la excursión no termina hasta que se logre un regreso a salvo o simplemente les empeora el clima de forma imprevisible.

Sin embargo, en esta rutica, la cumbre es realmente el destino final, gracias a que disponemos del teleférico. En menos de 20 minutos descendimos todo lo que nos tomó un par de horitas subir.



(A ver, digan "Funicular"...¡click!)

Termina el paseo y nos conseguimos una ciudad mucho más tranquila que un par de horas atrás cuando iniciamos el ascenso. Al fin le ganamos una a la caótica Caracas y nos libramos del tráfico en un día de semana.

Llega el fin de semana y era el momento de cerrar el primer mes de entrenamiento en buena forma. Corrimos 21km en el Cortafuego el sábado con la grata sorpresa de que cubrimos el recorrido en 10 minutos menos que a finales de noviembre, a pesar de que íbamos con mucho cuidado en las cortas pero recurrentes bajadas, pendientes del tobillo fastidiado de Mayde.

El domingo nos salió algo de cerro, sin ganar mucho desnivel.
Estas cuatro semanas no han sido las mejores, por lo de la lesión de Mayde, pero hemos retomado la consistencia. Ésta era nuestra semana de descanso y terminó siendo la más fuerte. Nos sentimos con mejor nivel que cuando iniciamos el entrenamiento para TGC, pero ya estamos lejos del nivel que teníamos cuando nos paramos en la línea de salida en la Playa del Inglés.
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Ahora comienza lo bueno. Los entrenos se alargan los fines de semana. También, comenzaremos a hacer algo de velocidad durante la semana, algunas series a ritmo de 10km y tempo a ritmo de 21km. Para muchos eso no es velocidad, pero para nosotros que estamos acostumbrados a correr más lento de lo que sería el ritmo de calentamiento de corredores serios, nos ayuda a romper la monotonía.
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Es la hora de ir visualizando el reto, buscar la mayor cantidad de información y entrenar concienzudamente. El Mont Blanc nos espera y hasta se nos aparece en los lugares menos esperados.

Félix

domingo, 19 de abril de 2009

¿Entrenar o competir?

(Carrera Mentor Express, 10K, Cota Mil, 19 de abril de 2009)

Toma cabeza fría entrenar bien. No todos los días pueden ser duros ni tampoco excesivamente suaves.

Por ello, muchos elaboran planes de entrenamiento en los que se mezclan los elementos de fondo, velocidad y tempo. Claro está que cada quien los adapta a sus necesidades y características como atleta. No sólo se rompe con la monotonía en las sesiones, sino que se mantiene al cuerpo en alerta y se cumple con la finalidad específica de cada entrenamiento.

Toda sesión debe tener un objetivo determinado, sea éste desarrollar el umbral anaeróbico, ganar resistencia aeróbica, mejorar la velocidad, aumentar la fuerza muscular o promover una recuperación activa, entre otros.

Es muy común, sobre todo en el ciclismo, aumentar el ritmo de entrenamiento al ser sobrepasado por un pelotón, un compañero o rival de carreras o simplemente sentirse muy bien en un determinado día.

Muchos son los casos de personas que poco salen a entrenar sino a competir entre ellos mismos. Poca importancia pudiera tener el objetivo de esa determinada sesión si fulano o sutano va a un paso mayor o si éste o ésta nos pasan. Es ahí donde el orgullo y la madurez tienen que privar. No hay que darle demasiada importancia a lo que hagan, digan o vean los demás. Hay que estar claro en la meta última: la carrera para la cual se está entrenando.

Como me dijeron una vez: "Save the stellar performance for race day."

De nada sirve ir duro en un día de recuperación y mucho menos, por ello, llegar cansado a un día en que toquen series y no poder cumplir con el paso establecido. El entrenamiento está sujeto a un equilibrio entre el esfuerzo y la recuperación. Quien no se esfuerza no mejora, pero quien se esfuerza demasiado y no se recupera bien tampoco. Es justamente durante el descanso o la recuperación cuando el cuerpo se fortalece.

A la hora de la verdad, considero que el entrenamiento es un experimento unipersonal. Lo que funciona para uno puede ser contraproducente para otro o viceversa.

Este fin de semana opté por no inscribirme en la II Válida Gatorade de Carreras de Montaña. Quise enfocarme en los entrenamientos, pero me quedé sin el chivo y con sólo parte del mecate puesto que ni hice la carrera (aunque hice la ruta y un poco más el sábado) ni entrené bien el domingo (aunque desempolvé la bici).

Terminé la tercera semana de entrenamiento con buenas sensaciones, aunque los dos últimos fines de semana han sido medio torpes, y con ganas de aumentar el volumen y la velocidad, pero todo a su debido momento. Tengo bastantes expectativas con este ciclo de preparación para la CCC. Quiero llegar en condiciones óptimas y hacer la mejor carrera posible.

Félix

miércoles, 15 de abril de 2009

El Ávila: Los Cinco Picos


Ha sido una Semana Santa poco común. Sin embargo, me he puesto al día con varias cosas que nada tienen que ver con el entrenamiento y las carreras.


Sé bien que ya retomamos el entrenamiento por el esguince de tobillo de Mayde, los dolores en los tibiales por mi parte, las molestias en las rodillas de ambos y los restos de tierra que dejan los zapatos en el carro, la casa, etc.


En lo personal, estoy enfocándome en varias cosas nuevas. Hay un proyecto, al cual todavía no logro renunciar, que no se termina de concretar por causas ajenas a mi voluntad. He hecho todo lo que a mí corresponde, he buscado todas las formas de hacerlo más expedito, pero simplemente no se da y no sé qué más pudiera hacer yo al respecto.


Como distracción, o más bien medida antidepresiva, me he trazado una serie de mini-proyectos en Venezuela a muy corto plazo. Eso seguramente me mantendrá bastante ocupado, aunado al fuerte entrenamiento que progresivamente se nos viene encima.


Retomando ese tema, que es el que realmente atañe al blog, se me ha metido una ruta de entrenamiento en la cabeza. Conversando con un amigo montañista, me hablaba él de una ruta que la llaman "Las 5 Cumbres de El Ávila".


La idea es cubrir los picos de Picacho de Galipán (al que sólo he visitado 2 veces, una para acampar y ver una lluvia de estrellas en 2001 y otra ida por vuelta un par de años después), Pico Humboldt (he perdido la cuenta de las veces que he ido), Pico Occidental (preciosa vista de Caracas y La Guaira), Pico Oriental (todo un reto por su verticalidad) y Pico Naiguatá (el más alto del gran cerro y donde hacemos la tradicional acampada de fin de año).

(Collage tomado de la página web www.el-avila.com)


Es un recorrido durísimo y bastante largo. No dudo que nos tome más de 12 horas. Pero ahora se me ha metido entre ceja y ceja que es el ideal para cuando estén avanzados los entrenos y sea ya hora de hacer un hiperlargo. Calculo que unas 5 ó 6 semanas antes de partir hacia Chamonix sería un buen momento.


Esto sí queda en mis manos o, mejor dicho, en mis pies. Así que ya leeran ese relato por aquí más o menos a finales de julio.


Félix

lunes, 6 de abril de 2009

El Ávila: Cortafuego

Para muchos corredores es el mejor lugar para entrenar los largos en Caracas. Es una ruta dura y aunque estás cerca de la ciudad, te sientes lejos.
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Como ya arranqué el entrenamiento para Courmayeur-Champex-Chamonix en agosto, y gran parte del mismo va a ser justamente en este lugar, voy a colocar una breve descripción.
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Entradas: Hay por lo menos tres entradas (PGP Chacaíto, Loma del Viento y Loma del Cuño).


La subida por La Castellana (PGP Chacaíto) es relativamente corta, no llega a los 1.000 metros de distancia, pero se gana altura rápidamente.



(Competidores suben vía al PGP Chacaíto para luego recorrer el CF de Este a Oeste y finalmente enrumbarse hacia el Hotel Humboldt. III Válida Gatorade de Montaña de 2008.)



La entrada por San Bernardino (Loma del Viento) es un poco más larga, 1.200 metros aproximadamente, pero levemente más suave.


(Cuando veas esto a la izquierda, sólo te faltan unas tres curvas.)

La más corta de las subidas al CF, aunque no deja de ser empinada, es por Loma del Cuño (La Florida). Te lleva prácticamente a la mitad del recorrido, sea en sentido Oeste-Este o viceversa. Es la única de las tres mencionadas que es totalmente de tierra.
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Distancia: Una vez arriba, el recorrido mide entre 4,7 km a 5,5 km en cada sentido, pero depende de a quién le preguntes, cómo tomes las curvas y dónde comiences o termines el recorrido. Yo me guio por el Garmin y, en la mayoría de los casos, éste me indica unos 4,75 kilómetros y nunca me ha llegado a medir más de 4,9 km. La distancia es un punto de debate entre los que entrenan ahí.

Desnivel: Unos 470 metros, tanto positivos como negativos, en cada sentido.


(19 km en el CF, es decir, ida y vuelta un par de veces.)

Hidratación: Al menos tres quebradas bajan por el Cortafuego. Si te gusta mojarte y no andas contra el cronómetro, aprovéchalas. Hay un pequeño grifo en el PGP Chacaíto, donde muchos marcan el punto de salida o retorno y es el sitio más cómodo para llenar los termos o beber un poco. Hay dos iguales, uno en Loma del Viento y otro en Loma del Cuño, pero hay que salirse del camino principal y subir alguito.

Recorrido: Como su nombre indica, esta ruta presta servicios en casos de incendio y permite que los vehículos "oficiales" se trasladen ante una emergencia. Por ello es bastante ancho el camino y las partes más empinadas son de concreto. Hay sectores boscosos y trayectos al descubierto, pero casi siempre se tendrá una espectacular vista de la caótica ciudad.
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Félix

jueves, 2 de abril de 2009

¡Ya basta con el tema de la TGC!

Una muy corta prueba audiovisual. Ignorar.