domingo, 14 de marzo de 2010

Ultra Metal y Heavy Running

¿..o más bien será ultrarunning y heavy metal?
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En todo caso, esta semana se juntaron dos de mis pasiones: el rock pesado y la corredera por el monte. El viernes, con sentimientos encontrados, fui al concierto de Metallica. Entre sábado y domingo salieron unas cinco horas y media de entrenamiento en casi 30 km y un desnivel de aproximadamente +2500 m/-1300m. Mayde volvió a correr por el cerro pero, lamentablemente, volvió a sufrir de un esguince de tobillo en la salida del domingo. Esperemos que pronto se reponga y, finalmente, podamos arrancar el entrenamiento para UTMB como debe ser.
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Hace un tiempo escuchaba por la radio a César Miguel Rondón, a quien jamás se asociaría con el metal, y justamente estaba haciendo un segmento titulado "El soundtrack de tu vida" con algún invitado. Me gustó la idea; no es raro que uno asocie alguna etapa o momento clave de su existencia con alguna pieza o canción. Quedé cabezón: ¿Qué música habría en la banda sonora de mi propia vida?
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Los primeros años (0 a 7) estarían llenos de música clásica, gracias a mi madre, un poquito de Bach y Beethoven por aquí y otro tanto de Chopin y Tchaikovsky por allá, pero lo cierto es que, en lo que a mí respecta, tendría que haber, debo admitirlo, algo de Nicola di Bari. No sé por qué, pero me cuentan que apenas podía hablar y a duras penas caminaba, me montaba sobre la cama y con una de las patas como micrófono imitaba a ese cantante. No es muy heavy que digamos.


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Los años del viaje (7 a 12) fueron aquellos en los que nos mudamos a Estados Unidos. Confusión, adaptación, descubrimiento. Me acuerdo que como a los 10 u 11 años, encontré unos discos y cassettes de mi hermana Gaby. Recuerdo perfectamente cuáles eran: Born Again de Black Sabbath (no es muy recordado por el público en general aunque el vocalista fuera Ian Gillan de Deep Purple), Powerslave de Iron Maiden (el cual sigue siendo mi favorito de ese grupo) y Led Zeppelin IV o Zoso (Black Dog, When the Levee Breaks, Rock & Roll, Stairway to Heaven...¡Por favor!). Me acuerdo dónde estaba cuando los puse por primera vez. Pasé toda una tarde escuchándolos. Sentí emoción, sorpresa y hasta miedo (Disturbing the Priest) y desde ese día soy "metalero".
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La rebeldía, como cualquier otro teenager, fue de los 13 como hasta los 16. De repente por falta de supervisión o por ser un tanto extremista, llevé el tema de la irreverencia un poco lejos. Vino el cabello largo, la típica franelita negra con el logo de alguna banda, los zarcillos, las botas militares y algunos excesos. Quemé etapas violentamente. Sonó Judas Priest (British Steel, Unleashed in the East, Screaming for Vengeance, Defenders of the Faith), Megadeth (Peace Sells but Who's Buying), Anthrax (Spreading the Disease y Among the Living) y bastante pero bastante Metallica (Kill'Em All, Ride the Lightning y mi favorito Master of Puppets).
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La indagación, tanto musical como personal, vino de los 17 como hasta los 25. Sonó un poco de todo. Me desilusionaba cada vez más de los que eran mis héroes musicalmente, especialmente de Metallica que era para mí más un concepto y un ideal que una banda musical. Dijeron que nunca harían videos y los hicieron, dijeron que no tocaban baladas y sacaron algunas y dijeron que lo primero era la música pero hasta eso pasó a un segundo lugar, en mi opinión. ¡Por banal que suene eran asuntos importantes para mí! Comencé a buscar los orígenes de esa música que tanto me decía; desempolvé los discos de Sabbath, Zeppelin y Deep Purple. Me deleité con los de Genesis (era de Peter Gabriel), Rush y Yes. Fue una etapa en la que, en lo personal, cuestioné todo y mientras lo hacía se me pasaba el tiempo sin darme cuenta.
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Los años perdidos, musicalmente, fueron como desde los 26 a los 30. La banda sonora fue un tanto nula y era como una especie de extensión de las etapas de indagación y rebeldía. Me formaba profesional y académicamente. Las metas estaban más oscuras que claras aunque no pareciera en aquel entonces.
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Hoy en día, admito que musicalmente mis gustos se quedaron pegados en el pasado. Será que me estoy poniendo viejo pero, como cualquier anciano amargado, digo y pienso que lo mejor es lo de ayer.
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Este viernes, como comenté inicialmente, se presentó Metallica en Caracas y nos medio reconciliamos. Afortunadamente, poco fue lo que tocaron de lo que yo tengo la osadía de considerar sus "años perdidos" y, aunque no los sentí tan auténticos como, por ejemplo, Megadeth o Deep Purple cuando vinieron a Caracas, el show fue excelente, sin duda alguna. Nuestra relación, por unilateral que sea, es como aquella de unos amigos de la infancia que se distanciaron por surgir serias diferencias entre ellos con el pasar de los años, pero hoy en día se ven nuevamente la cara y se dan cuenta de que todo evoluciona y tal vez lo que en algún momento profesaron ya lo superaron, ambos culpables de ello. Ayer, pensaba que no podía haber algo más aburrido que trotar y que aquello de correr era cosa de cobardes. Hoy corro, a veces con rumbo e ideas claras y a veces más desorientado que nunca, pero corro simplemente porque me llena.
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A pesar de que entreno sin música, siempre llevo un repertorio bastante amplio en el tocadiscos cerebral o rocola mental y, sin duda alguna, ese setlist viene acompañado de videos llenos de fragmentos de experiencias vividas, de sueños, de lo que fue y de lo que será. Ese tipo de pensamientos tan vívidos dudo que los tuviera si corriera por períodos cortos. Para mí correr largo, especialmente por la montaña, es lo más heavy metal que hay. Este video de la gente de CoachingEndurance, el cual te recomiendo que escuches sin el audio original y con la música que realmente te guste (salvo que no te moleste The Killers y debo admitir que esta canción no está nada mal), es un claro ejemplo.

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Te invito a que compartas, si deseas, la banda sonora de tu vida en la sección de comentarios.
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Félix

7 comentarios:

Luis Pinto dijo...

Buenísima entrada Félix, y la invitación que haces al final es demasiado tentadora, pero, igualmente inspirado por el programa de Rondón, una vez me puse a pensar en el soundtrack de mi vida,es más comencé a escribirlo, pero me estaba saliendo demasiado largo y disperso así que lo abandoné.

Lo que sí te puedo decir es que compartimos 2 pasiones: correr y la música . La diferencia es que con los años me puse más amplio y no me limito a un sólo género, aunque mi pasión se origina en el rock de los años 70, y por supuesto que disfruté, y disfruto aún, del metal. En esta etapa de mi vida estoy pegado con Dream Theater y Muse. No me perderé el concierto de los primeros.

Y sí, Killers es una excelente banda. El año pasado estuve pegado con ellos. Tienen mejores canciones que la del video, recién tocaron en Colombia, que envidia.

Y felicitaciones por haber disfrutado de esos monstruos. No tiene precio.

Un abrazo

Félix dijo...

Épale Luís. Yo quiero ir a Dream Theater, pero no consigo quórum. Si compro la entrada, te aviso a ver si nos encontramos. Saludos. Rock on!

Isidro García dijo...

Hola Félix, no son malos tus antiguos-actuales gustos musicales y además muy apropiados para correr (a pesar que no corras con música. Yo muchas veces si lo hago y oiga usted motiva, si señor).
La foto con el pelo largo es auténtica y al ver el video lo aseguro = "el mundo es un lugar para correr"
Un saludo amigo.

mayayo dijo...

Granentrada Felix. Impagable esa foto de blanco de tu época "clásica" tambien. Y dime, cuando se torció todo y empezamos a degenerar hasta acabar en "ultreros"? El psiquiatra no se me aclara.

Mi banda sonora tambien es rockera, si, aunq solo con un poco de metal.
Y el video final, antológico: Repite conmigo: "Subiremos a la Teté sonriendo, subiremos a la Teté sonriendo..." ;-)

Félix dijo...

Isidro: Un gran saludo. Me gustó esa frase. Me hace pensar en lo sencillo pero apasionante que es esto de correr.

Mayayo: ¡Lo que no nos dicen los psiquiatras es que correr es mejor terapia que la que ellos mismos pueden ofrecernos! La Teté...cuántos kilómetros faltan y tan poco tiempo, jeje.

Gunther Stuart dijo...

Félix que buen escrito, no tengo soundtrack particular, pero si trato de escuchar "musica", aunque no soy musico, creo tengo buen oido para escoger buena musica, sea metal, pop, baladas, tangos, rancheras, ska, joropo, salsa, merengue, vallenatos entre otros géneros, me gustan los buenos arreglos, acordes, las armonias, cortes y descargas inspiradas en el amor por la musica y no por el comercio de la musica, cosa de moda en estos dias... nos vemos en las rutas

Félix dijo...

Günther,

Estoy de acuerdo en que una música cuyo fin sea artístico más que comercial siempre perdurará. Definitivamente la música, sea cual sea el género, es una de las grandes creaciones del ser humano. Saludos.