lunes, 1 de febrero de 2010

Caminata de San Sebastián, 42km (2010)

Por segundo año seguido decidimos participar en este evento. Muchos kilómetros han transcurrido desde el enero pasado hasta éste, pero debo admitir que en aquel entonces estábamos en mejores condiciones que ahora. Las metas esta vez eran simplemente salir a hacer el recorrido sin preocupaciones de tiempo y correr, al paso que fuere, todo el trayecto. Era un largo más o, mejor dicho, el primer largo del año.
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Hay que estar claro que, a pesar de la distancia, no es un maratón. Es una peregrinación. La gran mayoría de los participantes va por motivos religiosos, otros buscan hacer algo de ejercicio al aire libre en un escenario espectacular y una minoría, como nosotros, sale a correr.
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En esta oportunidad, llegamos temprano y pudimos ubicarnos bien adelante. La última vez pasamos trabajo tratando de escabullirnos entre los caminantes en la subida. No iba a ser tarea fácil avanzar bien al inicio ya que este año participarían unas 8.650 personas.
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Ante una impresionante luna llena y luego de una afortunadamente concisa bendición por parte de un cura que también caminaría, salió puntualmente el evento a las 6 am. Comenzamos a avanzar poco a poco entre la gente. El tema entre los participantes el año pasado era la victoria del equipo local de beisból. Este año, aunque no repitió el equipo local, ese deporte también predominaba entre los caminantes y sus consignas porque siempre coincide el fin de semana del evento con la final de la liga venezolana de ese deporte. Sin embargo, el grueso de los participantes va pagando promesas, en honor de familiares y amigos enfermos o fallecidos, pidiéndo milagros, etc. Ese es el verdadero espíritu de esta caminata.
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Los primeros 12 km son de pura subida. Sin embargo, se pueden correr en su totalidad y eso hicimos. Iba poco a poco saliendo el sol. Mientras ganábamos altura, veíamos como nos distanciábamos de Maracay. Nos sentíamos bien y felices de poder atravesar el Parque Nacional Henry Pittier a pie. Lo único malo es que todo el recorrido es por asfalto. En el kilómetro tres nos saludaba la reina de San Sebastián, con su corona y todo. La hidratación y asistencia impecable, como el año pasado. El ánimo entre los participantes muy festivo. En esta edición hubo muchísima más gente expresando su descontento con la situación del país, cosa que me agradó bastante. No es sólo en la capital del país que la gente está despertando.
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Más rápido de lo que pensábamos, llegamos al punto más alto del recorrido. Mayde se paró unos minutos para quitarse la férula que le protegía el tobillo porque ésta le estaba fastidiando en la planta del pie. En este punto la organización brindaba jugos, galletas y demás refrigerios. Más adelante, nos ofrecerían patilla, mandarinas, cambures y hasta caramelos. Se notaba que los cientos de voluntarios de verdad estaban contentos de tener tanta gente visitando la zona. Me recordó un poco a la bonita actitud que tenían los lugareños durante la CCC, aunque acá también se le agregaba el buen humor y el "sazón" venezolano.
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Nos tocaban unos 20 kilómetros de bajada. Comenzamos el descenso a buen ritmo. Me fastidiaba un poco la planta del pie (es algo de lo que tengo que estar pendiente). Al llegar a la distancia de media maratón, Mayde me comenta que también le fastidia la planta del pie. Además del esguince de tobillo, ella ha estado luchando contra la fascitis plantar desde el maratón de Caracas. A diferencia de su esposo, para que Mayde se queje tiene que ser algo verdaderamente serio. Decidió seguir pero le costaba ya apoyar bien.
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Nos topamos con varios amigos. Mayde siguió avanzando, pero el dolor ya se tornaba insoportable. Ella sabe bien que correr una prueba en esas condiciones puede traer consecuencias más adelante, así que al llegar al kilómetro 30 optó por retirarse para evitar agravar la lesión.
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Yo decidí continuar y tratar de recuperar un poco el tiempo perdido. Apreté el paso; me sentía fuerte y fresco. Esa sensación, no obstante, no me duró hasta la llegada pues ya en el kilómetro 38 el calor me tenía frito y me obligó a bajar el paso a pesar de que el terreno ya era plano. Había recuperado bastante y no quería perder lo hecho, así que apreté un poquito los dientes y seguí. Hacia el final del recorrido, los puntos de hidratación y asistencia son cada vez más frecuentes y el ánimo que brindan los lugareños es cada vez mayor.
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Finalmente, llegué a la meta, la plaza principal de Ocumare de la Costa. Todavía no había mucha gente alrededor, pero ya se perfilaba un interesante ambiente. Aproveché para estirar, darme masajes con hielo en la planta del pie y conversar con amigos.
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Luego de un buen rato llegó Mayde. La organización le ofreció trasladarla una vez que abrieran nuevamente la carretera, lo que implicaba para ella esperar unas 4 horas ahí sentada. Optó por caminar todo el resto del trayecto hasta la llegada. Se consiguió a Elías, un corredor de carreras de aventura que venía con dolencias también, y juntos cotorrearon hasta la meta.
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Los alrededores de la plaza parecían tanto un campo de batalla como una fiesta patronal. Había música en vivo y gente alegre por doquier, pero también estaban por todos lados los que mostraban, en sus rostros y en la forma de caminar, lo duro que fue el recorrido. Fue una escena indescriptible que sólo se puede apreciar en la Peregrinación de San Sebastián.
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Disfruté mucho toda la aventura, pero me quedó un sabor amargo por la lesión de Mayde. El domingo salí solo con la bici de montaña por ahí. Afortunadamente, otra vez me estoy recuperando bien de los entrenamientos y parecieran haber desaparecido totalmente las secuelas del dengue.

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El resumen del mes de enero fue el siguiente:

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Días entrenados: 22
Tiempo: 28 horas 47 minutos.
Distancia: 226 kilómetros
Desnivel: + 10.082 metros / -7.385 metros.

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Vamos a ver cómo se perfila el mes de febrero; lo bueno es que enero fue un mes flojo y se podrá mejorar, espero que fácilmente. Todavía estamos a tiempo de subsanar el craso error de parar el entrenamiento durante la segunda mitad de diciembre y las primeras semanas de enero. Si por lesiones, descuido o abuso de confianza llegamos a Chamonix otra vez indebidamente preparados, la UTMB nos va a comer vivos.

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Félix

5 comentarios:

Ramon Mena @ramonmena dijo...

Epale Félix, excelente narrativa, me hizo recordar las dos experiencias vividas en esa caminata, tal cual como la comentas, en cuanto a la lesión de Mayde, mis mejores vibras y deseos para que se recupere pronto, y así de esta manera comiencen con todos los hierros sus entrenamientos, para que lleguen en forma al próximo ultramaratón..un abrazo y se les aprecia y admira full

Félix dijo...

Gracias Ramón. Es un evento que trataré de repetir siempre que sea posible. Mayde te manda muchos saludos y te agradece los buenos deseos. Estoy siguiendo atentamente tu preparación con el First. ¡Ánimo!

Unknown dijo...

Que tal Felix, ¿no es muy forzado bajar trotando esos 20 km, y encima en una ruta de asfalto? Yo participe caminando, y me tuve que parar varias veces a hacerme "alineacion y balanceo" en los pies! Y tal como lo señalas, el malestar mayor es en la planta del pie. Es una tremenda experiencia, bastante dura, pero sin duda la repetiria. Saludos y mucho exito en la continuacion de sus entrenamientos!

frewuill dijo...

Epa chamo no sabía que iban, el año que viene trataré de anotarme aunque no creo que la haga corriendo.

Félix dijo...

Gracias por tu comentario, Sergio. Justamente, para la carrera que vamos a hacer en agosto, tenemos que entrenar bastante bajada. Lo que pasa es que todavía es temprano en la temporada y el tiempo que estuvimos "parados" nos ha pegado. Ya habrá tiempo para subsanar. Saludos.

Frewuill: Chamo, te la recomiendo. Menos mal que no estás entrenando porque si así aguantaste la pela de este fin de semana, imagínate si entrenaras otra vez, ja ja.