Ya algo mejor anímicamente del carajazo emocional que me llevé en la carrera Hebraica, he planificado mejor las tres semanas de taper. Es la hora de recuperarse y asimilar el entrenamiento, pero siempre pendiente de no desentrenarse, pues no estamos descansando ni es hora de bajar la guardia. Suele haber confusión en este punto. Un buen taper te debe dejar fuerte, con piernas frescas, y preparado psicológicamente para el reto que te hubieras planteado.
Lo más difícil en este instante, aunque suene contradictorio, es bajar la carga. Por la experiencia que tuve en el Hebraica, pudiera pensar que me faltan condiciones o que de repente no entrené lo suficiente y deba aprovechar hasta último momento. Pero sé que no es el caso. He corrido hasta donde las lesiones y la inexperiencia en los ultratrails me lo han permitido y he entrenado ardua y conscienzudamente.
Se puede decir que arranqué, junto con Mayde, el entrenamiento para un ultramaratón a mediados de septiembre, el fin de semana que me dieron de alta en MetasSports por la lesión en el área de los aductores y abdominales. Inicialmente, entrenabamos para la Bogong to Hotham de 64km en Australia. Conforme pasaba el tiempo, nuestra visa australiana no terminaba de llegar. Tuvimos que borrarla de nuestro calendario. Seguí con la fase base para buscar el fondo que sentía que había perdido con el tiempo que estuve de baja.
Fuimos aumentando distancia y nuestros largos ya eran de 25km en promedio. Nos tomó poco más de dos meses para llegar a los "sandwiches", es decir, a los largos tanto sábado como domingo. Comenzamos corriendo una media maratón, generalmente en el Cortafuego, ambos días. Luego, en diciembre, aumentamos con un par de "Goofies", un maratón el sábado y una media el domingo. Ahí estabamos enfocados ya no en la carrera australiana, pues sin visa no hay caso, sino en la Rocky Raccoon que era de 160km en 30 horas, pero principalmente en bosques con poco desnivel. Luego nos enteramos que la UTMB le había retirado los puntos clasificatorios que le atribuía y descartamos la carrera del mapache rocoso.
Para finales de diciembre e inicios de enero teníamos previsto modificar los sandwiches y cambiar uno de esos largos por un entreno principalmente en montaña. Ahora nos proponíamos la Transgrancanaria Sur-Norte de 92km. Nos logramos inscribir con las justas.
Arrancamos esta fase fuerte en Mérida. Llegamos a pasar más de 10 horas en montaña en una ocasión, aunque varias salidas de cerro allá y aquí en Caracas excedieron las 5 horas, y durante enero corrimos aquellos ínfames pero inolvidables 50km en el Cortafuego. En ese mes, por primera vez, pasamos más de 50 horas a pie, entre correr y caminar por el monte, aparte de las 3 horas semanales de fortalecimiento que cada quien hizo por su cuenta.
Febrero iba a tener las dos semanas más fuertes. Y comenzamos el mes bien en la primera semana con más de 100km y 15 horas entre montaña y carrera. La segunda semana, en lo personal, me pasó factura. Terminé tomándome un par de días y, bueno, poniendo la torta en el Hebraica (ver entrada pasada), mientras que la dura del equipo, Mayde, confirmaba su buen momento.
En papel, me parece que el entrenamiento fue adecuado. Ahora hay que ver qué resultados da. Independientemente de lo que pasó en Hebraica, me siento preparado para afrontar la Transgrancanaria. Me preocupan un poco las puertas de cierre ya que nosotros no nos caracterizamos por nuestra velocidad, así que tendremos que estar bien pendientes el día de la carrera.
Por los momentos, el plan (que no es más que una recopilación de otros programas de entrenamiento que he leído por ahí y algo de nuestra propia experiencia) queda así:
Semana del 9 al 15 de febrero: Limitar los entrenos entre semana a no más de 1 hora. Correr 21km el sábado y un par de horas de montaña el domingo. Sería bueno tratar de incluir un nocturno corto, pero con la tensión política en la calle durante esta misma semana el asunto se ve difícil.
Semana del 16 al 22 de febrero: Entrenamientos cortos entre semana pero con algo de ritmo. Despedida del Cortafuego el sábado, a buen paso, pero no más de hora y media, seguido por un trekking corto, pero con algo de sustancia, el domingo temprano para montarnos en el avión ese mismo día en la noche.
-Semana del 23 febrero-carrera: Buscar aclimatarse un poco. Comprar los implementos que falten en Madrid y complementar en Gran Canaria. Correr el miércoles en algún lugar de Canarias y hacer algunas aceleraciones cortas ¡Dormir como piedra, comer como obispo y disfrutar a lo máximo!
-Félix
-Obituario: Ha fallecido digitalmente, por negligencia de mi parte, mi cámara Olympus Stylus 850 SW. Fiel compañera de aventuras, durante su corta vida, resistente al agua y golpes, aunque no a ruedas de vehículos automotores. Q.E.P.D. (Quedó En Pedazos y Destrozada).
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Ya ha sido ordenada su sustituta; esperemos que llegue a tiempo y así poder documentar com medios propios algo de la TransGranCanaria y montarlo en este rincón.
2 comentarios:
Hola compañero,
Soy de Gran Canaria y me estoy preparando la media TransGranCanaria. Por la isla todo el mundo está entrenando el tramo nocturno que sale de la playa y llega al Roque Nublo, aunque quizas ese entreno sea excesivo a varios días de la carrera, pero te recomiendo que te hagas el tramo de barranco (12 km) de noche para que palpes las sensaciones.
Te informo que se espera frio en la noche y no mucho calor por el día, aunque todo puede cambiar.
Aquí nos veremos.
Saludos y buen viaje.
Gracias por tu comentario, Raúl.
!Andamos muy emocionados de conocer la isla y poder recorrerla de un extremo a otro!
Seguro te molesto luego para preguntarte bien dónde podemos correr un pedazito de la ruta (no más de unos 10-12km).
Saludos y éxito.
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