(La Laguna Negra al fondo.)
En pocos minutos llegamos a la Laguna Negra. Optamos por seguir hacia la Laguna de Los Patos, pero a los pocos metros decidimos regresarnos y conseguirnos con nuestros amigos en caso de que ellos no estuvieran con ánimos de adentrarse más en la montaña.
Nos cruzamos y, de hecho, no venían tan atrás. Seguimos un poco más hacia nuestro punto de partida original y luego media vuelta otra vez hacia la laguna nuevamente. Efectivamente alguien del grupo sufría molestias en la rodilla. Todos juntos finalmente, caminamos hacia un borde algo menos poblado de la laguna. Ahí estuvimos un buen rato, conversando y tomando fotos. Descartamos la ida a la Laguna de Los Patos y La Victoria. Había que conservar energías para el entrenamiento de mañana.
No descartaría este sitio como lugar de entrenamiento en futuras oportunidades, pero sí me aseguraría de llegar lo más temprano posible para evitar el gentío, especialmente a aquellos que en la región andina denominan "La Tribu" y que, irónicamente, son casi vecinos suyos. También tendría que tomar en cuenta que la ruta hacia la Laguna Negra es la más concurrida para los paseos a caballo. Sin embargo, no deja de ser un buen sitio para una caminata de aclimatación.
Félix
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