Como estaba pautado por la agencia de turismo, a las 3:00 am del sábado nos presentamos para abordar el autobús. Iba a ser nuestra primera participación en la Caminata de San Sebastián, la cual parte desde el pueblo de El Limón, cerca de Maracay, con destino a Ocumare de la Costa.
Como a eso de las 6:00 am, nos bajamos del autobús. Sabíamos que ésta no era una carrera sino más bien una peregrinación. Nos habían hablado muy bien del evento, así que lo vimos como una oportunidad de correr en un lugar distinto, atravesar el Parque Nacional Henry Pittier a pié, aunque principalmente por asfalto, y practicar un poco de bajada para simular la parte final de nuestro objetivo cercano.
La idea era correr todo el trayecto a un esfuerzo similar al que nos gustaría ir en la Transgrancanaria. Los primeros 11,7 kilómetros fueron de subida constante; ganamos aproximadamente unos 1.000 metros de desnivel positivo en sólo ese trayecto.
Estabamos conscientes de que era un evento para caminantes y peregrinos, así que no nos preocupabamos mucho al no conseguir espacios para adelantar a la gente. Durante la primera hora y pico el tránsito de la gente fue como el del primer kilómetro de la carrera Nike 10k de Caracas.
Finalmente, como en el kilómetro 12, a los pocos metros de comenzar la bajada, se empezó a dispersar un poco el mar de gente.
Venían 23 kilómetros de bajada sobre asfalto. Los puntos de hidratación eran de los más peculiar, pero muy bien abastecidos y atendidos. Comimos desde frutas hasta caramelos y barras de granola. Poco recurrimos a las municiones que cargabamos encima.
Mucha era la gente que llevaba ofrendas o "pagaba promesas" en las capillitas en la vía. La motivación del evento es principalmente religiosa. Aunque la consigna reiteradísimas veces pronunciada a lo largo de la ruta tenía que ver más con la victoria del equipo local de beisból que con alguna cuestión eclesiástica.
Al culminar la bajada, finalmente nos sentimos en lo nuestro. Habíamos llegado al pueblito de La Trilla y comenzaba un trayecto de tierrita y arena. Al final de éste, estaba Ocumare de la Costa, con su tradicional plaza e iglesia y un tremendo bonche, por suerte o por alguna intervención del más allá, libre de reaggetón.
Todo el pueblo y gran parte de sus instalaciones abocadas al evento, había literalmente cientos de fisioterapeutas dando masajes, un salón gigantésco donde el equipo médico y paramédico atendía las emergencias y donde los que apresuramos el paso un poco, podíamos refugiarnos del sol y recuperarnos alguito mientras llegaba el grueso de los caminantes.
(En la plaza con Reyes Aldana y Wilmer Salas)
Cerca de la iglesia, nos tomamos un buen hervido y una que otra cervecita. Compartimos con algunas amistades que también habían optado por hacer el recorrido corriendo. Como nuestro autobús no salía hasta las 5:30 pm y habiamos culminamos el trayecto un poco pasadas las 10:00 am, nos tomamos el resto del día con calma y recorrimos algo del pueblo y sus alrededores.
Ya avanzada la tarde, nos sentamos en la acera frente a la iglesia a ver a la gente pasar. Era doloroso, con una tremenda carga empática, ver a algunos sufrir una enormidad al subir o bajar el pequeño escalón donde estabamos. Me parece admirable que tanta gente, pues participaron unas 8.000 personas de los cuales la mayoría no eran atletas ni tenían interés en serlo, hiciera esto por convicción, tradición o religión.
En fin de cuentas, es un evento altamente recomendable, pero hay que estar bien claro de lo que se trata el asunto. Uno como runner es una muy, pero muy, reducida minoría en este evento y tiene que entenderlo así antes de arrancar. Nosotros, corrimos, hicimos turismo y realmente disfrutamos de un día diferente que superó totalmente nuestras expectativas.
Según el Garmin, el desnivel fue de +1.488/-2.022 metros y la distancia de 40,8 kilómetros.
El domingo, con lo que nos quedó de piernas, regresamos al Ávila para entrenar un poco más con los bastones y demás indumentaria que pensamos usar en Canarias.
Esta semana próxima cerramos el ciclo fuerte de entrenamiento con la Carrera de Montaña Hebraica de 24km y unos 2.000 metros de desnivel positivo. Como seguiremos siendo fieles a nuestro plan de correr largo ambos días del fin de semana, participaremos en el evento sólo como entrenamiento y luego de correr un buen rato el día anterior.
Félix
4 comentarios:
Con tu permiso te he linkado en mi blog, dentro de esta iniciativa
http://www.elatleta.com/foro/topic.asp?TOPIC_ID=61091
estamos en contacto
Saludos cordiales
Luis
Gracias Luis.
Pues también estás en mi blog roll. Muy interesante tu blog. Yo he abandonado los triatlones y los raids momentáneamente para enfocarme en esto del ultratrail. Después de la primera carrera, veré cómo incorporo las otras disciplinas, pero por los momentos: a correr hasta dónde el cuerpo aguante.
¡Saludos y suerte en UTMB!
Hola Félix.
Yo también asistí a la caminata y coincido contigo en que es una hermosa experiencia y sobre todo una organización insuperable considerando la distancia a recorrer y la cantidad de participantes. Sólo pude correr 24km porque no iba sola y no quería dejar sola a la amiga con la que fuí. Hubo tramos donde mi garmin se negó a tener señal, así que marcó 38.8km. Con ganas de volver el próximo año y hacerla igual que tu en alrededor 4h.
Mi Blog http://lomioescorrer.blogspot.com/
Suerte en la Hebraica!
Yalitza
Hola Zara,
De verdad que es un evento fenomenal. Este relato fue del año pasado. Si quieres leer el de 2010, aquí te dejo el vínculo:
http://utmb2010.blogspot.com/2010/02/caminata-de-san-sebastian-42km-2010.html
Voy a echarle un ojo a tu blog. Gracias por pasearte por aquí.
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