domingo, 18 de abril de 2010

Primer entrenamiento para la UltraRace

"La raíz de sus problemas no es la fascitis plantar, precisamente" fueron las palabras de la doctora, tanto en el caso de Mayde como en el mío. Por un lado, Mayde tiene rigidez en el tobillo causada por múltiples esguinces e inflamación de ligamentos que le limitan el movimiento y le causan bastante dolor al correr y caminar. Comenzó sesiones de terapia que durarán dos semanas y tiene contraindicado correr por unos 7 días. En cuanto a mí, pues mis molestias se derivan de la inflamación del tibial izquierdo (periostitis) y una contractura del punto de inserción en el escafoides, además de rigidez en el flexor del hallux. Me salió otra sesión de ondas de choque aunque yo sí puedo seguir corriendo. En ambos casos, nos dio fascitis plantar por compensación. En teoría, al atacar las causas se elimina también el problema secundario.

Como comenté en la entrada anterior, este fin de semana estaba pautado un entrenamiento en la costa, justamente en parte de la ruta de la UltraRace, carrera de 60 kilómetros prevista para finales de julio.


(El grupo antes de iniciar el entrenamiento)

Asistimos 20 corredores a la convocatoria, incluyendo a José Zamora, quien hizo la invitación, y Pedro Rodeiro, quien organizará la prueba del mes de julio. Vino gente de Miranda, Distrito Capital, Aragua y hasta Falcón. Nos reunimos en la entrada de Chichiriviche de la Costa y a eso de las 9 a.m. arrancamos vía Puerto Cruz, que estaba "apenas" a unos 15-16 kilómetros de distancia y de ahí nos regresaríamos por la misma vía.



(Parte de la bella costa varguense y alguna subida del recorrido)

En bicicleta montañera, Mayde nos acompañaría en parte del trayecto y fue quien tomó las fotos que aparecen acá. Pronto estará corriendo nuevamente y espero que por primera vez en lo que va de año sea sin dolor.

Arrancamos en grupo y por un sendero plano. A los pocos minutos todo cambió. Comenzó la subida y unos salieron como balas y otros nos quedamos más atrás. Me imagino que cada quien tenía planteada su propia meta, para unos era probarse como si estuvieran en carrera o ganarle al compañero de ese entrenamiento, para otros era simplemente hacer el recorrido completo y para mí era hacer un largo de la forma más consistente posible. Por ser una ruta ida y vuelta quería intentar marcar el mismo parcial en ambos sentidos.


(Con Francisco Salazar, quien fuera compañero de equipo carreras de aventura años atrás)

La vía era amplia, lo suficiente como para que transitaran vehículos todo terreno, y en los puntos más verticales era de concreto por esa misma razón. Aunque rara vez pasamos los 200 metros sobre el nivel del mar, había muchísimos ascensos y descensos. Subíamos por la montaña y luego bajábamos a las distintas bahías y playas y repetíamos el proceso una y otra vez. Pero el desnivel no era el factor que hacía que esta salida fuera tan dura. Definitivamente, el calor nos afectó a todos.


En la bajada hacia el punto medio, me topé con Jesús Hulett, quien ya venía de regreso. Seguí bajando y llegué a Puerto Cruz, donde ya había varios corredores descansando, comiendo e hidratándose. Me tomé alguito y comí cualquier cosa para luego salir. No es que no quisiera compartir con el grupo sino que, como no he hecho muchos largos este año, quería que el asunto fuera lo más continuo posible. Además sabía que la gran mayoría me pasaría nuevamente de vuelta a Chichiriviche.


Afortunadamente, el día se nubló y hasta lloviznó un poco. Mi plan era mentalizarme que estaba en un recorrido más largo y comer e hidratarme como tal. En este sentido, usé los Cliffbloks cada 30 minutos de cada hora, comí algo sólido a los 00 minutos de cada hora y bebí agua cada 10 minutos, con la excepción de los minutos 10 y 40 en los que tomaba bebida isotónica. Con mis malas experiencias en materia de calambres y deshidratación, no me queda otra que tener ese tipo de tedioso cuidado con lo que ingiero y practicar la rutina una y otra vez para que no me falle durante mi ultramaratón u otro evento de largo aliento. Cuando vuelva a hacer esta ruta o su versión más larga hasta Puerto Maya, llevaré adicionalmente pastillas de sal.



(Salieron 32,95 kilómetros con un desnivel de +1726 m / -1747 m)


Le inventamos todo tipo de nombres a la ruta, algunos de ellos irrepetibles, pero definitivamente el mejor se lo puso el amigo Ilych quien, con suma precisión y puntería, la bautizó como "La montaña rusa del infierno". Finalmente, mis dos parciales, tanto de ida como de regreso, fueron prácticamente idénticos y sentí que cumplí mis objetivos con esta sesión. En Facebook coloqué algunas fotos del grupo y del recorrido que tomó Mayde mientras nos acompañaba.

El domingo, por solidaridad pero también para evitar recargar la zona que tengo en recuperación, salí con Mayde en montañera y recorrimos los Alpes caraqueños. Da tristeza saber que, luego de meses de una indomable sequía, están comenzando las lluvias y, como país, estamos tan mal preparados que vamos a pasar de un escenario en el que los incendios no fueron controlados a tiempo a uno en que habrá deslizamientos en las montañas e inundaciones y rebosamientos de desagües en la ciudad. Lo peor del caso es que son escenarios que se repiten, a mayor o menor grado, de forma cíclica todos los años. Es más, sin que haya llovido fuertemente todavía, hoy tuvimos la desagradable experiencia de tener que rodar por encima de tres cloacas desbordadas en distintas partes de nuestro recorrido. Literalmente: ¡qué cagada!

Retomando el tema de los entrenamientos a pie, el 8 de mayo volvemos nuevamente a Chichiriviche con la intención de hacer el recorrido completo hasta Puerto Maya y de regreso, exactamente en lo que será la ruta de la UltraRace de fines de julio, pero en esta oportunidad la salida será nocturna y la distancia el doble. Espero que el tratamiento de las lesiones de Mayde y las molestias mías nos permitan participar en esa aventura.

Por fin, en un entrenamiento sentí que sufrí un poco de una forma levemente parecida a la que sufriré en la UTMB aunque en un escenario bien distinto. La meta está clara y el rumbo, a pesar de los desvíos que nos hemos visto obligados a tomar, está marcado. ¡Si salimos bien de nuestros respectivos tratamientos, los meses de mayo, junio y julio serán bien intensos!

Félix

3 comentarios:

Ilych Irausquin dijo...

Un buen entrenamiento el de ayer...no me acuerdo de la canción que venias cantando...aunque me imagino que la cantabas porque la meta estaba cerca, creo que de ida con el sol ni hablabas, jajaja, de todas maneras nos vemos el 8 de mayo para subirnos a la "Montaña Rusa del Infierno" a oscuras, un abrazo.

P.D.: espero que Mayde se recupere para que nos acompañe al trote esta vez.

Epale me voy a robar unas fotos para mi blog...tranquilo yo le pongo los creditos de la fotografa (derechos de autor) jeje

Félix dijo...

¡De verdad que estuvo excelente la salida!

Te pido disculpas a ti y al resto de los compañeros por mi mala y desafinada voz, jeje. Tengo la pésima maña de que cuando oigo letras que chocan con mi limitado conocimiento y restringido gusto musical las canto hasta decir basta. Creo que ésta era una salsa cabilla que decía "jjué la primera vezzzz blablabla blabla en la noche..." o algo por el estilo.

En cuanto a las fotos, no respondo si te demanda la fotógrafa. En todo caso, seguro el monto a pagar sería en Powergel y Gatorade. Úsalas sin rollo, mi pana. Un abrazo.

mayayo dijo...

Suena bárbara esa excursión por la costa, Felix. Buenas pruebas, si.

Y ahora, tratense ustedes bien compañeros: La ballena blanca espera, allá en el mar de nubes.