domingo, 30 de noviembre de 2008

El muerto, los obstáculos y el mal vestir

Sábado: Finalmente iniciamos formalmente el plan de entrenamiento para el Rocky Raccoon y qué mejor lugar para arrancar que el Corta Fuego, sin duda alguna mi sitio favorito para correr. Se rumoreaba de que estaba cerrada la entrada por San Bernardino, a causa de derrumbes, así que optamos por subir por La Castellana.

Salimos temprano y comenzamos a caminar rumbo a la Cota Mil, pasando por el elevado que empalma con esa vía. A pocos metros, ví a alguien tirado en el piso. Me imaginé que era un indigente de los que habitan por ahí echando un incómodo guinde. Al caminar unos metros más me dí cuenta de que estaba bien equivocado. Ojos abiertos, rostro bañado en sangre, segregación blanca y espumosa de la boca; estaba claro que este pana se había ido o lo habían mandado (todavía no sabía) al más alla.

¿Qué carajo hacemos? Decidimos caminar en sentido de Sabas Nieves y avisar en el destacamento de la Guardia Nacional que hay cerca de allí, conscientes de que eso nos pudiera traer un sinnúmero de disgustos y pérdida de tiempo. Sin embargo, tuvimos suerte de que a los pocos minutos de nuestro desvío pasó una patrulla y les contamos sobre nuestro desagradable hallazgo.
En estos 3 años que tenemos planificando nuestra todavía inconclusa ida del país, nos hemos acostumbrado a seguir con lo nuestro a pesar del entorno. Pues, no nos quedó otra que ir a lo nuestro otra vez y comenzamos el entrenamiento que teníamos previsto.
Los ánimos, por razones obvias, no eran los mejores. No obstante, lo deteriorado de la ruta por motivo de las lluvias nos hizo enfocarnos en la tarea casi de inmediato. El barro, las piedras, los leves deslizamientos y uno que otro árbol caído agregaron minutos al abultado tiempo que normalmente nos toma en cubrir el Cortafuego.
Habíamos optado por correr con los zapatos de calle en vez de los de tierra. Me parece que el CF, por más accidentado que sea el camino, no amerita que usemos los últimos. Ya es otro cuento si agarramos hacia las quebradas u optamos por adentrarnos más en el cerro.
Salvo por lo ya comentado, la sesión no tuvo otra particularidad significativa. Corrimos un poco más lento y más largo de lo normal y, posiblemente, no consumimos suficientes calorías.
Al bajar, pasamos nuevamente por el sitio del hallazgo; como la Cota Mil estaba abierta no nos quedaba otra. Ya estaba montado el circo, pero no habían levantado el cadáver todavía. Nos pidieron que pasaramos por la orilla opuesta. Ahí pude ver que habían marcado los lugares en los que quedaron los residuos de los plomazos.
El resto del día fue bien gris climatológica y anímicamente.
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Domingo: La idea era, con fines de adaptación muscular, repetir el entrenamiento del día anterior aunque esta vez el terreno estaba en peores condiciones debido a las lluvias de la grisácea tarde pasada.
Esta vez, cambiamos la estrategia y consumimos CliffBloks cada 30 minutos y sólidos a la hora y media. La diferencia, a pesar de las piernas cansadas por el esfuerzo del día anterior, fue notable. Sin embargo, me equivoqué al escoger la camisa y las medias para esta sesión. A los 15 minutos, me tuve que quitar la franela. Preferí ventilar los cauchitos y exponerme a rocetones (que nunca llegaron) bajo los brazos que seguir irritando la tetilla. Al principio me sentí un poco incómodo de parecer uno de esos típicos triatletas enamorados de sí mismos, pero después dejé de pararle al tema y seguí en toda mi gloria ligeramente adiposa. Debo admitir que, nuevamente, soy culpable de emitir juicios sin el debido basamento y, aunque dudo que salga a correr así sin motivo alguno que lo amerite, no niego que es bastante cómodo y fresco el asunto. Por otro lado, corrí con medias de ciclismo y me gané una ampolla doble. No sé concretamente si se debe a las repetidas veces en que inevitablemente me mojé los pies, la distancia acumulada en ambos días o el uso de zapatos convencionales en terreno que definitivamente no lo es. En resumen, el entrenamiento estuvo propicio, las endorfinas hicieron lo suyo, Mayde estuvo fuerte y constante y se inició el camino hacia el Rocky Raccoon. Terminamos el día en buen, aunque altamente embarrado, pie.

Plan Semana 2 (Base):
Lunes: Descanso absoluto
Martes: 13-15 km suave
Miércoles: 4 x 1600 a paso de 10k con 2-3 minutos de recuperación
Jueves: 10k a paso de 21k
Viernes: Descanso activo (nado, bici o ténis)
Sábado: 3 horas
Domingo: 3 horas combinado con montaña
Félix
P.D. ¡Si alguien sabe cómo hacer para que el espaciado entre párrafos funcione que por favor me avise!

3 comentarios:

Jesus Hulett dijo...

eu!, antes de publicarlo dale una vista previa, alli veras como saldra, y bueno, haces los enter necesarios para que los parrafos queden separados

Félix dijo...

Gracias, mi pana, pero ya agoté ese recurso. Después de verlo en vista previa, lo arreglo y...cuando publico, sale igual con el espaciado descuadrado.

Jesus Hulett dijo...

eso sucede cuando uno trata de cambiar la fuente. Hazlo primero en word, con sus espaciados como son y luego haces copy+page